La COP30 abrió sus puertas en Belém, Brasil, en plena selva amazónica, reuniendo a más de 50.000 delegados de casi 200 países para debatir la urgencia de limitar el calentamiento global. Los temas centrales de la primera semana se enfocaron en la descarbonización y la innovación sostenible. Se consolidó la creación de la Coalición Abierta de Mercados Regulados de Carbono, una alianza de 18 naciones liderada por Brasil y la Unión Europea, que busca establecer estándares globales y compartir experiencias para acelerar la descarbonización de las economías.
La cumbre, calificada como la “COP de la Verdad” y de la “Implementación” por el presidente Lula da Silva, incluyó por primera vez la temática de la integridad de la información y el combate al negacionismo climático. Además, se dio un espacio significativo a la cultura y las voces de los pueblos originarios, destacando su papel en la movilización y la resistencia. El lanzamiento del Plan de Salud de Belém y la presencia de magistrados para discutir la justicia climática subrayaron la urgencia de actuar frente a los crecientes riesgos de los eventos climáticos extremos.


